Vuelvo con un nuevo punto en el Decálogo o mini gúia para leer libros a nuestros hijos : hoy Los libros sin texto.
¿Un libro sin texto? ay miedo, miedito... las caras de susto, los
¿qué hago yo con eso?, o ¿y esto como se lee? son algunas de las reacciones que
tienen los padres ante un libro sin texto.
Seamos sinceros, los libros sin texto o
con poco texto dan miedo y no suelen comprarse, a no ser que tu peque sea un
bebé, muy bebé, y lo que estés comprando sea un libro de texturas o de tela....
sino raramente compraremos un libro sin palabras por miedo a como contarlo.
Los libros sin texto son unos de mis preferidos, invitan a
crear miles de historias y a desarrollar la imaginación (tanto del padre como
del peque) y además permiten jugar con nuestros hijos.
Entiendo que si ya es difícil contar un
cuento con un texto dirigido uno que no lo lleve nos puede resultar algo más
incómodo e incluso darnos reparo.
El cuento preferido de mi pequeña ahora
mismo es Trucas, un
libro sobre un duende verde al que solo le gusta pintar, pintar y pintar y
mancharse y al que no le gusta nada la hora del baño. Un día se tropezó con un lápiz
que se convirtió en dragón y acabó chamuscado.... Trucas no tiene texto tan
sólo imágenes muy potentes que nos invitan a invitarnos una historia, su
profesora de la Casa de Niños se lo cuenta de una forma y yo de otra y a mi
hija parece no importarle los cambios porque lo leemos sin parar.
En este post os voy a dejar algunos vídeos
de "Entrelecturas",
los Cuentacuentos del Laboratorio de Lectura de La Fundación Germán Sánchez Ruíperez, para que comprobéis como los cuentos
sin texto son perfectos para leer, pero me gustaría que intentarais hacer
vuestros los libros, que probaseis a inventaros las historias, si los peques
son un poco más mayores y ya saben hablar o parlotear que os ayuden con su
infinita imaginación a construir la historia, será la vuestra, la mejor, la que
cambia día a día y la que construiréis con risas e ilusión.
Estos cuentos se "relatan" sin
prisa, poco a poco, buscando un nombre al personaje, una historia que lleva
detrás o incluso una canción les puede venir bien.
Hay veces que no es necesario buscar una
"intrincada historia" tan solo con un ritmo, unas palmadas y cuatro
palabras construiremos un relato que querrán oír una y otra vez.
Aquí os dejo algunas propuestas:
¿Un ratón?
Globito Rojo
¡Oh!
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