Los jueves es el día de talleres en el colegio del mayor, una
actividad que permite a los padres participar y a los niños realizar proyectos
diferentes alejados de la dinámica del día a día.
Hay talleres de todo tipo desde cocina,
experimentos, ciencia, inventos, pintura, juguetes... cada taller dura 4 jueves
y todos los niños acaban pasando por todos los talleres entre primero y segundo
de primaria.
Este año me ha tocado participar en el
taller de juguetes en el que estamos realizando diversos juegos con
materiales de estar por casa como coches con rollos de papel higiénico, tres en
raya con arcilla, un caleidoscopio con un rollo de papel de cocina...
Durante la elaboración de estos talleres
me he dado cuenta de una cosa que muchos padres hemos (y me pongo la primera en
la lista) hecho un flaco favor a nuestros hijos y en lugar de fomentar su autonomía
nos hemos dedicado a ponerles las cosas fáciles y hacerlo por ellos mismos.
Son talleres sencillos, donde los niños
tienen que pintar, cortar, pegar... nada muy elaborado ni muy complicado para
su edad pero me he encontrado con niños que no quieren cortar porque no lo van
a hacer bien, no quieren pegar o colocar un trozo de celo porque "no es
como hacerlo", "no me quiero equivocar" "prefiero que me lo
haga tú"... no son todos, muchos de ellos lo hacen solitos y tan sólo
cuando la cosa se pone muy complicada reclaman tu atención pero más bien para
que les expliques el proceso no para que se lo hagas, otros en cambio necesitan
mi presencia (o la de los otros padres) constante y una ayuda casi continua porque
ni se atreve ni quieren intentarlo.
Muchas veces no nos damos cuenta que la
autonomía comienza en casa, el realizar pequeñas tareas caseras, el motivarles
para que se vistan solos, que realicen sus deberes solos, que recojan sus
juguetes... todo ello favorece el crecimiento personal y les permite tener un
mayor desarrollo en el colegio y en otras actividades que realicen fuera de
casa.
En mi caso me he topado con dos escenarios
muy diferentes, a Eric por ser el primero, hijo único durante cuatro años
largos y por mi propia comodidad muchas cosas se las he hecho yo para ahorrar
tiempo... con la llegada de Irene tuvo que espabilar y por falta de tiempo esas
pequeñas cosas le toco asumirlas y eso le hizo crecer y madurar, y le vino
fenomenal (para que engañarnos). Irene, en cambio, está mucho más despierta en este aspecto
y realizar tareas sencillas de casa que su hermano con su edad ni se planteaba,
y eso la hace ganar autonomía y fortaleza para cuando esta tanto dentro del
hogar como fuera.
Ahora lo veo (no es literal, llevo un
tiempo viéndolo) y me doy cuenta que fomentar la autonomía es primordial para
su crecimiento y que hacerles las cosas no les beneficia nada de nada.
¿Tú como lo ves?
Hola. tienes razón que debemos fomentar la autonomía de nuestros peques desde casa. Me parece super entretenido e instructivo el taller de juguetes en el cole con materiles de casa. Seguimos en contacto
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