Cientos de veces hemos hablado del ritmo frenético en el que
vivimos, las prisas, el día a día sin parar, las miles de obligaciones a las
que tenemos que hacer frente que nos hacen sentir sin tiempo y agobiados...
Hay veces que nos pararnos a pensar y
recordamos el pasado con añoranza, recordando lo bien que nos lo pasamos en la
playita, en el pueblo en el verano o incluso remontando nuestros veranos de la
infancia sin preocupaciones ni obligaciones. Es
bonito sí, pero es pasado.
Nos levantamos los lunes deseando ver
llegar la tarde del viernes, nos enfrentamos a septiembre con la ilusión del
Puente de la Hispanidad o con las inminentes Navidades o incluso nos sorprendemos
maquinando las próximas vacaciones de verano. Es
ilusionante sí, pero es futuro.
¿Y el PRESENTE? ¿Qué pasa con él?, somos tan altaneros que
no nos damos cuenta que el futuro es impredecible, que las cosas pueden
torcerse en un momento y que luego podremos arrepentirnos de no haber vivido
nuestra vida, porque os digo un secreto, lo que pasa de lunes a viernes también
es nuestra vida.
Reconozco que he sido de esas personas que
ha añorado el pasado y he anhelado el futuro, y en cierta medida es bueno, pero
he perdido mucho tiempo de mi vida, no lo he sabido disfrutar y no quiero
seguir así.
Quiero saborear los lunes, los martes, los
miércoles, los jueves, los viernes y los fines de semana, quiero bailar bajo la
lluvia de otoño y pisar la nieve de invierno, quiero oler las flores de la
primavera y darme chapuzones en verano... quiero vivir.
El pasado fue muy bonito pero queda en el
recuerdo, el futuro es impredecible por lo que tan solo nos queda el PRESENTE.
Disfrutadlo al máximo, siempre hay un motivo por el que sonreír y ser feliz, no
paséis por la semana como si no fueseis protagonistas de ella, no dejéis que el
tiempo se os escape entre los dedos, es un bien muy preciado que no podemos
desperdiciar.
¿Te apuntas a vivir el PRESENTE?
¡Qué razón tienes! Yo siempre ando planeando el futuro, aunque sea inmediato. Y no nos damos cuenta que se nos escapa el presente. Tomo nota de tu reflexión de hoy :) Besitos, Belén
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