Hace unas semanas comiendo con unas amigas mamás del colegio salió
el tema de conversación de las "madrastras"
Nos contaba C. que ella estaba harta de
que siempre las madrastras en los cuentos, películas y, en la vida en general,
fuesen malas, malísimas. Ella es una mamá para su hija mayor, la conoce desde
que tenía dos años y la ha cuidado como si fuese su propia hija incluso
"con más tiento y cuidado en algunos momentos que a mi hija pequeña"
C. se preocupó desde el principio en
mantener una relación cordial con la ex de su pareja, nos contó que los
primeros momentos no fueron fáciles pero que poco todos se dieron cuenta que
era lo mejor para la niña. Ya han pasado muchos años y la relación es de tres
padres que se preocupan y velan por el bienestar de una niña.
No es el único caso que conozco de
"madrastras y padrastros" que se preocupan y ocupan de los hijos de
sus parejas al 100% con cariño, amor, comprensión y mucha mucha mano izquierda
para no herir sentimientos ni lastimar a nadie.
El camino no es fácil pero se puede hacer
y creo que debe hacerse porque en mitad de la nada están niños pequeños o
grandes que no han pedido pasar por esa situación y que no tienen porque sufrir
las desavenencias de los adultos.
Ojala hubiese muchas C. por la vida para
que la visión que tiene la sociedad de las madrastras cambiase completamente.
Creo que todas en algún momento nos hemos planteado que si nos pasara algo o si la relación de pareja se acabase que pasaría con nuestros pequeños, como sería la persona que se encargaría de ellos y en mi caso me gustaría que fuese alguien como C. que les quisiera como hijos propios con ese amor que desborda y ese cariño con el que habla.
Aquí no se trata de sustituir a nadie sino de completar una nueva situación familiar. ¿O no es mejor que quieran a nuestros hijos a que les hagan sentir mal?
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