Carta a una embarazada

Hace poco descubriste que estabas embarazada, que ese sueño que tanto anhelabas se iba a hacer realidad, y la alegría y el miedo inundaron tu corazón.

Vas con una sonrisa en la cara sabiéndote acompañada en todo momento, disfrutando de ese secreto que tan solo compartís tu pareja y tu, ¡qué bonito es cuando nadie sabe porque irradias tanta felicidad por cada poro de tu piel!

Estas feliz, pletórica, aunque tengas pequeños achaques, cada cosa diferente que notas intentas buscarle explicación porque ya has visto en miles de películas que las embarazadas tienen nauseas pero que mal se pasa cuando se vive en primera persona.

Tienes miedo y muchas veces lloras sin querer, "no tiene porque salir nada mal" te repites una y otra vez pero ese pellizco en el corazón no se va por mucho que intentes racionalizar el miedo, y es natural, no te asustes, nos ha pasado a todas y nos seguirá pasando.

A ratos te olvidas que estas embarazada y en otros te sorprendes fantaseando con el color de las paredes de la habitación, que cuna compraras o de qué color serán sus ojos...

Te da miedo no saber si serás buena madre, si sabrás cuidar a un bebé pero te voy a contar un secreto: tú serás la mejor madre que tu hijo podrá y no dejes que la gente y la familia te llenen la cabeza con ideas tan sólo tienes que seguir a tu corazón.

La meta es preciosa pero por favor no te olvides de disfrutar del camino.