Nunca me han gustado las comparaciones, me parecen odiosas, porque siempre habrá alguien mejor y peor que tu, y por supuesto nunca me han gustado ni en los bebés ni en los niños. Cada personita es diferente, cada uno tiene su ritmo y sencillamente no me parece justo.
Intento no comparar a mi hijo ni con sus primos ni con ningún niño, espero a que me pregunten las madres que vienen por detrás de mi si el mío hacía esto o aquello con la edad de los suyos, doy los datos a título informativo no para iniciar una competición.
Mi sobrino pequeño tiene (casi) trece meses y está practicamente igual de alto que Eric, empezó a andar muchisimo antes que ninguno de mis sobrinos y será seguramente el más alto y grande de todos.
Según estas madres, tías, abuelas qué tendría que hacer ¿darle el doble de comida para que el mío fuese más alto porque es seis meses mayor?... son tonterías, yo como mi sobrino que es me alegro muchisimo de que sea un tio grande y de lo espabilado que está.
Para rematar la guinda del pastel me comenta mi amiga (mamá de unos Twins increíbles) que una madre le decía que ella había llevado más veces a su niño a urgencias... ya hay que ser idiota... pelearse por ver quien lleva más veces el niño al hospital... me consta que mi amiga hubiera deseado (ella y todos los que los queremos) no haberlos tenido que llevar nunca.
No he tenido un hijo para competir, para tener el más guapo, el más grande, el más listo... yo quiero a mi niño como es y le ayudare a que crezca como persona, fortaleceré sus aptitudes y le ayudaré en sus flaquezas.
Quien quiera competir que se apunte a la Formula 1.