miércoles, 1 de julio de 2015

Miedo al agua

Mi pequeña ha tenido miedo o respeto al agua.

Nunca ha tenido problemas para bañarse, es más, le encanta, le gusta muchísimo meterse con su hermano en la bañera, chapotear, que le caiga agua por la cara... pero ha sido llegar el verano, ver las piscinas llenas de agua y no querer ni acercarse.

La cosa empezó con la piscina hinchable de casa, una mini piscina súper pequeña que tengo en la terraza, no quiso ni ir a mirar que había dentro mientras su hermano chapoteaba y se reía sin parar, pero el pánico le entró el día que vio la piscina del abuelo llena de agua, no quería estar a menos de 10 metros de allí.

Poco a poco parece que ha ido perdiendo ese miedo o pánico por una gran masa de agua. En todo momento hemos respetado su miedo, no la hemos impuesto nada y la hemos acompañado en su camino, despacito pero con buena letra. No ha habido lloros, ni frustración ni agobios ni presiones.

El primer día tan solo quiso quedarse a los pies de la piscina encima de su papá mientras Eric y yo jugábamos dentro del agua.

El segundo día metió los pies en la piscina infantil municipal y participó de los juegos del resto de niños. Al final de ese día se sentó en el agua y también se metió abrazada a mí en la piscina de mayores.

El tercer día, otra vez en la piscina del abuelo, se metió varias veces conmigo abrazada y jugó muy entretenida con su cubo y su pala.

No va para sirena (por ahora) ni se muere por meterse en una piscina, pero poco a poco ha ido venciendo ese miedo atroz que le daban las piscinas y disfrutando del agua.

No sabemos cómo acabará el verano pero la proyección es buena y sus ganas de intentarlo, siendo tan pequeña, nos ha dejado sorprendidos a toda la familia.

Cada niño es un mundo, debemos respetarlos y guiarlos y eso estamos haciendo.

3 comentarios:

  1. Qué bien haces publicando este post! Yo he sido una niña con terror al agua. Sufrí intentos muy invasivos en casa y en el colegio: todos querían obligarme a aprender a nadar. Consiguieron justo lo contrario. Daba igual que lo intentasen por las buenas o por las malas (llegando incluso algún monitor de la piscina a tirarme al agua para que "me defendiese"). Aún hoy cuando voy a una piscina el olor del cloro me pone nerviosa. Voy con mi pareja o amigos, aunque no es mi lugar preferido del mundo y desde que acabé el colegio tardé muchos años en volver a pisar una piscina.

    Por eso me gusta mucho cómo terminas el post hablando de respetar las sensaciones de los peques y guiarlos. Es un magnífico consejo, habla una damnificada del miedo al agua ;P ¡¡Gracias!!

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  2. Lo habéis echo genial por eso poco a poco a ido perdiendo el miedo. Odio estar en la playa o en la piscina y oír a los niños gritar porque los obligan a meter en el agua me parece genial vuestra decisión de dejarla a ella poco a poco ;)

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  3. Seguro que terminara el verano sin salir del agua!! La mia tenia un miedo atroz a la arena (vivimos en un pueblode playa) y ahora en cambio si vamos a la piscina se "aburre" mas, y en la playa no para de hacer castillos!jeje!
    Todos necesitan su tiempo de adaptacion :)

    Un abrazoo

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