Hoy el enano cumple dieciséis meses y desde el sexto mes el tiempo parece que vuela.
Según la revisión del otro día, mide 82 cm y pesa 11,250 kg, sigue sus dos curvas con normalidad.
Ya anda muy bien (aunque sigue torciendo un poco el pie izquierdo), se levanta y se sienta con soltura (algo que le ha costado un poquito) y gatea (que hasta hace nada se arrastraba con el culo).
Parlotea mucho, palabras sueltas, cada vez son más y entiende órdenes sencillas (enciende la luz, guarda el juguete, traeme eso), se nota que comprende y nos entiende pero que todavía no sabe expresar lo que nos quiere decir.
Con la comida no tiene problemas, empieza a masticar y le gusta, es un tragón, aunque es cierto que el vaso anti-derrame lo tengo un pelín olvidado, tengo que insistir más en este aspecto y olvidarnos un poco del biberón, pero me da miedo que deje de beber sus 200 ml de leche en la merienda por cambiar el recipiente.
El sueño lo lleva en términos generales bien, duerme de nueve y media hasta las ocho y cuarto, puede despertarse una o dos veces pero es para pedir agua, vamos algo normal.
Y lo que más me gusta son sus ganas de aprender, de descubrir, su increíble energía y sobretodo sus besos, le cuesta darlos pero cuando lo hace me derrito...
Hace poco descubrí un truco: si finjo tener una "pupa" tengo el beso asegurado. Y así me paso el día fingiendo heridas y dolores.
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