El año pasado le hice al peque un super calendario de adviento.
No es porque lo hiciésemos nosotros pero nos quedó muy chulo.
Se me estaba echando el tiempo encima y no lo había rellenado y el sábado lo tenemos que sacar, así es que me he pasado la mañana buscando cositas para meter en los cajones.
El año pasado fueron casi todo gominolas y monedas de chocolate. Metía tres de cada, una para papá, otra para el peque y otra para mi.
Mi niño no se conformaba con una sola y al final siempre su padre o yo cedíamos y le dábamos un caramelo de los nuestros. En resumen comía muchas golosinas.
Por eso este año he intercalado varias cosas, hay monedas de chocolate y gominolas, pero también hay arañas, bichos, globos, silbatos, mini yo-yos, dinosaurios, pelotas...
Algunas de las cositas las he reutilizado, son pequeños objetos que tiene en casa por los cajones olvidados (globos, pelotas).
Lo bonito es la ilusión con la que cada día abre el cajón que corresponde, procuramos hacerlo cuando estamos los tres en casa juntos, y la verdad que es muy emocionante.
Cada año vivo con más ilusión las Navidades por que mi niño cada año las vive más intensamente.