Tengo varios amigos y conocidos que no tienen hijos. Algunos
simplemente porque no han querido y otros porque no han podido (por
circunstancias distintas de la vida).
Su forma de vida
es muy diferente a los amigos/conocidos que si tenemos hijos. Entran/salen
cuando quieren, viajan infinitamente muchísimo más que nosotros, sus
preocupaciones son otras, están divinas, van al gimnasio, a la pelu, de
compras...
Hace unos días
pensé en cómo sería mi vida si no tuviera a Eric y sé que sería muy diferente,
en casa desde que nació el enano, incluso cuando estando embarazada, cada
decisión que tomábamos y que tomamos lo hacemos pensando en él.
El que yo no esté
trabajando en este momento es básicamente porque los trabajos que me han
ofrecido son incompatibles con tener un niño, de no estar él seguramente ya
estaría trabajando, explotada, pero trabajando.
Una de las cosas
que ha cambiado drásticamente desde que está Eric en casa son las cenas, antes
cenábamos cualquier cosa, un poco de embutido, una ensaladita o un vaso de
leche y a dormir. Ahora pensando en su salud, las cenas son más equilibradas,
pescadito, verduritas... o pizza casera.
Las comidas es un
tema en el que nos hemos tenido que poner las pilas, hoy en día cocino cosas
que antes pensé que nunca haría, pero ser madre te agudiza el ingenio.
La decoración de
la casa es otro punto a tener en cuenta, porque cuando estábamos solitos todo
era muy "cuqui" pero luego tienes que incorporar a tu decoración los
cientos de juguetes del peque.
Las salidas son
escasas y muy espaciadas y el viajar (a parte de por el tema económico) también
se ha reducido.
Con esto no quiero
decir que cambiaría mi vida por la de mis amigos, creo que lo más bonito y lo
más maravilloso de mi vida es mi hijo y no lo cambio ni por viajes, trabajo o
más dinero.
Cuando por las
mañanas estoy sola siento la casa vacía sin la risa del enano y sus
conversaciones surrealistas.
Sé que mi vida
"sin hijos" sería diferente, puede que no más fácil, tan sólo
diferente pero ahora que sé lo que es el amor de un hijo, la felicidad tan inmensa
que se vive con él no lo cambiaría por nada, a pesar de las malas noches, el no
llegar a cien mil cosas, la responsabilidad, el trabajo... mi niño hace que mi
vida sea la maravillosa.
Buen fin de semana