Mandarinas. Esto que veis aquí es una columna de mi cocina, no es que sea rarita para decorar es que mi enano todas las mañanas mientras le preparo el desayuno coge una mandarina, la quita la pegatina, la coloca en la columna, muerde la fruta, la devuelve a su cuenco mordida y se va a ver la tele. Muy metódico él.
¿Y por qué no las quito?, una vez lo intenté, se mosqueó un montón y decidió pegar la pegatina en un lugar poco visible, me costó dos días encontrarla, de esta forma se donde está, de vez en cuando le quito alguna pero siempre dejo unas cinco o seis para que vea barullo.
Tengo ganas de que llegue el veranito, no creo que pueda con los melones.
Papel. Es entrar al cuarto de baño y esté donde esté viene corriendo como alma que lleva al diablo, no le interesa saber que haces lo único que quiere es coger el papel higiénico y salir pitando de allí. Me río yo del perro del anuncio. Le sirve tan sólo un segundo de despiste para engancharlo y tirar de él. Creo que tiene accciones en Scottex y no me lo ha dicho.
Correspondencia. Hace unos meses mi marido tenía un examen, para poder presentarse debía llevar una carta, buscamos y rebuscamos por toda la casa (y eso que es pequeña) y no la encontramos, al final tuvo suerte y pudo presentarse sin ella... pero el otro día le ví... cogió una carta del banco y con sus mini deditos la coló debajo del mueble del salón. ¿Sabéis lo que pesa un mueble de un salón, por muchos módulos que tenga?. Lo moví y ¡Dios mío!, allí teníamos cartas para aburrir, a parte de la famosa del examen. Lo mejor del todo es la cara de sorpresa que puso, como diciendome y "¿esto como ha llegado hasta aquí?".
Urraca. Mi hijo tiene complejo de urraca lo reconozco. Hace un tiempo empecé a notar la falta de pequeñas cosas, la pieza roja del encajable, una ficha de Pocoyo, una tapa del bote de la mermelada, pelotas, chupetes...cosas no muy importantes y que buscando y limpiando no encontraba y pensaba que se habían ido a la basura... hasta que se perdió el tirador de su cómoda, por ahí no podía pasar, todos los tiradores van a juego y es algo bastante grande. Puse la casa patas arriba y no conseguí encontrarlo. Y decidí pensar como un enano, ¿donde lo metería?. En el salón tengo unas ramas secas metidas dentro de un jarrón opaco bastante grande, saqué las ramas y ahí estaba el tesoro. Su cara fue un poema, ahora cada vez que se pierde algo es donde primero busco.
Por ahora estas cosas más que molestarme, ¡me encantan!
jajajajaja, menudo peligro tiene el peque, jajajaja, es genial!!!!
ResponderEliminarOye me ha encantado lo de las pegatinas de las mandarinas. El mío desde bien pequeñín dice que son "tatus", y coge toda pegatina que se encuentra, de las naranjas, kiwis, mandarinas, etc, y se las pega en el pecho. Hubo días que hemos salido a la calle de esa guisa, un cuadro vaya. Pero tienes razón, una hace lo que sea por no discutir y que se enfaden.
Acaba de irse el abuelo, hemos vuelto a recuperar el tirador y me lo ha apretado, puesto un tornillo nuevo para que no lo quite y lo vuelva a esconder.
ResponderEliminarEstas cosas son divertidas.
Gracis Belén
Jejejejeje la verdad es que leyéndolo hace gracia pero claro en casa no tanta.
ResponderEliminarEl mío de momento lo único que hace es coger la caja de clinnex o las toallitas y a la que te descuidas empieza a sacarlas una tras otra.
Uyy sacar las toallitas, debería ser deporte olímpico
ResponderEliminarNo lo entendeis. Lo de las toallitas parece magia. Sacas una y aparece otra, es adictivo. No lo he probado nunca, pero si le dejara seguro que vacía el paquete.
ResponderEliminarHe llegado aquí desde otros blogs en común, me apunto!, me ha hecho gracia lo del papel,porque a mis hijas tambien les encanta!, no gano para papel higiénico! y lo de esconder cosas también, pero por lo menos tienen buena memoria! :D
ResponderEliminarPásate por mi blog http://deprincesasyunprincipe.blogspot.com/
Por supuesto que me pasaré Cartafol
ResponderEliminarJajaja, el mío las mete entre el somier y el cabecero de nuestra cama y lo de las pegatinas de las naranjas...yo hacía lo mismo de pequeño (bueno, y no tan pequeño, jijiji)
ResponderEliminarUn buen sitio también para esconder cosas, se lo comentaré, por si quiere cambiar de escondrijo.
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