Fresas a mordiscos

En mi casa somos muy fruteros (o al menos yo), lo he heredado de mi padre que puede llegar a comer tranquilamente nueve piezas de fruta al día (si hay albaricoques, cerezas, picotas, uvas... mejor dejamos contar). Por supuesto yo no llego a ese nivel pero si puedo llegar a comer tranquilamente cinco raciones.

Alguna vez he comentado que somos cuatro hermanos (tres chicos más mayores) y yo. Bueno pues soy la única que ha heredado tan buen hábito, el resto puede comer alguna fruta de vez en cuando pero prefieren las natillas o yogures.

Por lo que no creo que sea una cuestión de educación esto de los hábitos alimenticios sino de simplemente un deseo, el que te guste más o menos.

Al pequeñajo le gusta la fruta (siempre en papilla), cuando se la damos en cachitos la mordisquea, la chupa y la escupe. Da igual si es pera, manzana, plátano... yo sigo insistiendo porque llegará el dia en el que el cacho se lo coma, por ahora va investigando que no es poco.

Pero hace unos días compré fresas. Nunca antes se las había ofrecido, me parece una fruta pelín alérgica y por si las moscas no se las había dado. No sé porqué me decidí (bueno si, porque uno de mis sobrinos ¡¡¡¡MATA!!!! por las fresas, las come durante todo el año), así es que la limpié bien y se la dí.

La cogió, la miró y me la devolvió. Yo mirándole la mordí y se la dí, la volvió a coger y la pegó un mordisco, y empezó a mascullar y se lo tragó, y así un par de veces.

No llegó a comérsela entera pero me sentí muy contenta porque ha sido la primera fruta que se ha comido a mordiscos (aunque solo hayan sido un par de bocados).

Deseando estoy que lleguen las fresas buenas, las que saben bien, las del huerto del yayo...