Me gustaría volver a ver el mundo como lo ve mi hijo, con esa alegría que le caracteriza, con esa tremenda ilusión, esa fantasía e imaginación interminable.
Seguro que muchos de vosotros habéis tenido esta misma sensación en alguna ocasión.
Voy por la calle con mi niño y nos encontramos con un amigo de mi padre al cual le falta una pierna desde hace muchos años y lleva una pata de palo:
Yo veo a un anciano con pata de palo.
Mi hijo ve un "pirata" y se imagina mil aventuras en las que un cocodrilo le ha mordido la pierna.
Seguimos paseando y el peque ve en el suelo un palito, corre con alegría desbordada para cogerlo:
Yo veo un cacho de palo sucio en el suelo y no quiero que lo coja.
Mi hijo ve un cohete que se ha caído del cielo y necesita que vuelvan a lanzarlo al espacio.
Estamos merendando y lleva media hora con la mandarina dando vueltas:
Yo veo los gajos desparramados por la mesa y ningún interés por comer.
El ve un montón de barcos en un mar azul y un gigante (el mismo) que se va comiendo los barcos poco a poco.
Me pide pinturas y papel para dibujar y después de un rato me enseña su obra:
Yo veo un montón de garabatos sin mucho sentido.
El ve una historia en la que hay monstruos, arañas y bichos, una batalla y una fiesta.
Llega Papá de trabajar y me da un beso.
Yo estoy tan cansada (llevo varios días sin dormir) que apenas le presto atención.
El ve "que estamos enamorados" y que salen corazones cuando nos besamos.
Podría poner mil y un ejemplos más y seguro que vosotros si analizáis un poquito el día a día con vuestros niños encontraréis multitud de situaciones similares.
¿Cuando he perdido esta inocencia, esta alegría, esta ilusión?
Yo quiero ver el mundo como lo ve mi hijo, quiero ver el mundo a través de los ojos de un niño, ¿y vosotros?
Yo también quiero, me encanta como se rien con nada, como son felices con cualquier cosilla, una pena que perdamos esa capacidad. Un beso
ResponderEliminarUna verdadera pena, ellos son felicidad pura, nosotros agobio
EliminarMe ha encantado la entrada. Yo pienso lo mismo muy muy muy a menudo y me doy cuenta que, sobretodo, lo que nos ha hecho perder esa forma de ver las cosas, es el maldito reloj. Siempre con prisas, siempre queriendo "aprovechar" el tiempo al máximo y no no damos cuenta que convertir una cinta dle pelo en un bebé al que darle de comer es aprovechar mucho más el tiempo que peinarse rápidamente, no?
ResponderEliminarYo, día a día, intento con todas mis fuerzas recuperar esos ojos mágicos
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Estoy contigo, son las prisas las que muchas veces nos impiden disfrutar del momento
EliminarIntenta que nunca pierda esa visión. Que no desaprenda esas cosas que solo pueden anidar en el corazón de un niño.
ResponderEliminarLo intentaré pero que dificil misión amiga!!
Eliminar¡¡Yo también!! Ahora mismo le tengo en la cama de la habitación del ordenador haciendo el Tiranosaurio o yo que sé qué, pero se lo pasa bomba él solo, ¿qué pasará por su mente prodigiosa?
ResponderEliminarMuchas gracias por recordanoslo, besos.
Gracias a ti por leerlo, su mente es maravillosa y muy divertida
EliminarPrecioso post!!me ha encantado,yo tambien me apunto a ver la vida con los ojos de un niño!!
ResponderEliminarSeríamos muchisimo más felices si todos lo hiciesemos
EliminarMe encanta tu entrada. Ojalá todos mantuviésemos esa inocencia durante todo nuestro recorrido.. El mundo sería bien distinto.
ResponderEliminarAhora bien, yo cuando veo a alguien con pata de palo me sigo imaginando historias.. debo mirarme esto? :-p
Besos!
Pues eso dice maravillas de ti, sigues teniendo parte de esa visión infantil que lamentablemente muchos adultos hemos perdido
EliminarQué pasada de post... Pues sí, quiero verlo así :)
ResponderEliminarGracias guapetona
EliminarJeje creo que todos lo hemos visto así alguna vez, pero crecemos y perdemos esa magia
ResponderEliminarQue bonitos los casos que has contado, y que gran imaginacion tiene tu peque, me encanta!
Tiene muchas imaginación y mucha inocencia que pena que el mundo le haga ir perdiéndola
EliminarYo también pienso sobre ello muchas veces. Y curiosamente, tras vivir en distintos países, me parece que en España esto es mucho más marcado que en otros sitios. Las normas sociales y costumbres, la preocupación por la limpieza, el qué dirán, el.... nos influye demasiado y eso limita nuestra creatividad, expresividad... me parece a mi. Pero nunca es tarde para volver a empezar, o eso me digo yo e intento re-aprender o más bien des-aprender cada día algo si puedo.
ResponderEliminarLas etiquetas sociales pesan mucho, que triste verdad? con lo divertida y maravillosa que es la imaginación
EliminarPoder hacer eso seria precioso, pero la realidad es otra... las preocupaciones, las responsabilidades, nos obligan a ser mucho mas crueles con nuestra visión. Lo que si que podemos es intentar que los niños no la pierdan en mucho tiempo.
ResponderEliminarHay que intentar que tengan esa mirada el mayor tiempo posible.
EliminarYo me conformo con conseguir darme cuenta que l no esta viendo el mundo como yo.. y ojalá mantenga su imainacion siempre
ResponderEliminarÓjala nunca pierda la imaginación, es una de nuestras armas más poderosas
Eliminar¿dónde hay que apuntarse? ¡Y ojalá les dure mucho! ¿verdad? Besicos!
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