Admiro profundamente a aquellas personas valientes que sacan adelante
proyectos tan increíblemente bonitos como éste:
Lágrimas bajo la cama de Ana Meilán y Marta Mayo y auto
editado por ellas mismas es una maravillosa historia cargada de dulzura, amor y
una gran lección.
¿Qué pasaría si el mundo se quedara sin lágrimas?... a Simón desde pequeño
le han "tachado" de llorón, lloraba porque quería dormir, o comer o
porque le picaba el pie... todo el mundo le decía que era un llorón, su mamá,
su papá e incluso su abuela...
Un día Simón se casó de ser un llorón y decidió guardar sus lágrimas debajo
de la cama, pero no sólo guardaba las suyas sino las de cualquier niño que veía
echarse a llorar, las de mamá cuando estaba triste, las de la abuela cuando la
daban una mala noticia... guardó todas las lágrimas hasta que el mundo se
volvió un poco extraño... nadie sabía si un bebé tenía hambre o no, o cuando un
niño tenía una pesadilla, ningún adulto podía entender si su pareja estaba
triste... Simón se dio cuenta que las lágrimas eran necesarias y entonces...
¿Qué pasará?, ¿cómo logrará devolver las lágrimas al mundo?... eso no os lo
desvelo.
Es un libro que trata de una forma muy dulce y con mucho tacto el tema de
las etiquetas que tanto daño pueden hacer y un tema, para mí, muy importante:
la tristeza. Nos da miedo enseñar a nuestros hijos que hay momentos en los que
estamos tristes y, en mi humilde opinión, es un error. Llorar no es un signo de
debilidad y es una gran lección que todos los niños deberían aprender, además también se puede llorar de alegría.
Me ha encantado y creo que le sacaré más de una vez en los talleres de
cuentos y en los cuentacuentos, creo que dice mucho y cuenta más.
Gracias a Ana y a Marta por haberme dejado acercarme a esta preciosidad
hecha cuento. Podéis encontrarlo aquí
Os lo recomiendo muchísimo.
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