martes, 18 de agosto de 2015

Puebleando

Todos los niños tendrían que experimentar alguna vez el veranear en un pueblo, abrir la puerta de la calle y salir corriendo sin miedo a que pasen los coches o venga alguien extraño.

La libertad de beber agua en la fuente, de mojarse en el pilón y hacer carreras de barcos en las regueras del agua o en el lavadero.

Sentir que tienes un pueblo entero por explorar lleno de secretos y diversión, subir al monte, perderte por los caminos y adentrarte entre los sembrados de cebada, trigo o girasol.

Un pueblo donde después de cenar no te vas a dormir sino de paseo a la plaza o a jugar a la peña y donde la hora del aperitivo se puede alargar indefinidamente.

Un pueblo donde los sabores son auténticos, los huevos saben a huevo, los tomates y los calabacines son de la huerta del abuelo, y al panadero le conoces por su nombre.

Un pueblo donde puedes aprendes a cazar renacuajos, grillos o luciérnagas por la noche, donde te despiertas con los cencerros de las ovejas o el kirkiki de los gallos.

Un pueblo donde por la noche aprendes a observar los astros, la osa mayor, la osa menor, la estrella polar y por supuesto las famosas Lágrimas de San Lorenzo.

Un pueblo entero para reír, disfrutar y explorar.
Eric e Irene tienen mucha suerte, pueden disfrutar de dos pueblos en verano y os aseguro que han sacado el máximo partido a amos. Eric cada vez es más consciente de las ventajas que tiene un pueblo y lo aprovecha al máximo y la peque ha disfrutado como una enana corriendo por las calles en plena libertad.


Ojala que todos los veranos hagan el pueblo un poquito más suyo.

3 comentarios:

  1. Hola. estoy de acuerdo contigo en que todos los niños tendrían que tener la posibilidad de pasar algunos días de verano en el pueblo. Yo así los pasé y los recuerdos son mborrables... momentos mágicos de libertad, de juegos, de corretear por el campo, de ver a los animales... en fin.. es una suerte que nuestros peques vivan esas experiencias. Seguimos en contacto

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  2. Cierto es, Martín tiene pueblo y tiene Soria, que en muchos aspectos es como un pueblo (naturaleza, libertad, etc.). Y tiene una gran familia para acogerle y quererle, mientras sus papis siguen en la urbe dándole caña al laboro. Un abrazo.

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  3. Uy, pero estos pueblos tienen que ser aldeas realmente, nosotros vivimos en un pueblo de 13000 habitantes y para nada es así :(
    Ojalá todos pudieran tenerlo!

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