Volviendo a las rutinas

Ayer el peque volvió de sus "interminables" vacaciones, después de haber pasado por la playa, por Albarracín y por casi tres semanas en el pueblo ya era hora de que volviera a su hogar, dulce hogar.

Mi hijo en el pueblo se "asalvaja", viene totalmente cambiado, más alto, más mayor y sabiendo "mucho, mucho".

Allí no hay hora para levantarse, ni para comer ni para irse a dormir. Unos días se puede acostar a las 11:00 de la noche y otros, en fiestas, a las 2:00 de la mañana.

Hay días que estaba tan agotado que ha temido que hacer siesta mañanera como cuando era bebé y es que un pueblo para un niño pequeño cansa mucho.

Se lo ha pasado fenomenal con sus primos, con sus amigos, disfrutando de las fiestas, jugando al futbol, montando en bicicleta, saltando, riendo...pero las rutinas en su vida son necesarias y a poco más de dos semanas de la vuelta al cole era necesario volver a casa a aclimatarnos un poquito.

El peque sigue siendo muy dormilón y salvo días raros las siestas son sagradas, mínimo dos horas, y este año en el colegio no va haber siesta por lo que tengo el mes de septiembre para que se empiece a acostumbrar a no dormir en el colegio ni en casa.

Va a ser un paso difícil para él y espero que al llegar la noche caiga redondo porque mi hijo es un dormilón pero también se acuesta más tarde de lo normal.

Hoy la rutina será algo más light porque se tiene que acostumbrar al calor tan horroroso que hace por aquí, a vivir en un piso y a no tener un pueblo entero para jugar. ¿Qué tal se adaptará?

¿Vosotros ya habéis empezado con las rutinas?