Ya he contado cientos de veces que mis padres son bastante mayores, el
próximo año cumplirán 80 años y la diferencia respecto de cómo era su vida
cuando eran pequeños a la de mi hijo es abismal.
Siempre me ha gustado ir con mi padre a su pueblo, al huerto, a
coger setas, a pasear por el monte, que me enseñara donde llevaba a las cabras (porque
mi padre de pequeño era como Pedro el de Heidi, el cabrero del pueblo) y una de
las cosas que más gracia me hacía era cuando me contaba que se tumbaba en las
piedras y cogía la teta de las cabras y daba unos chupitos de leche.
El otro día cuando vi este libro me recordó mucho a mi padre y a las
diferencias tan grandes entre su infancia y la de Eric.
El libro no puede ser más bonito, cuenta la historia de cómo un Yayo
intenta explicar a un bebé cómo era la vida cuando él era pequeño.
El abuelo dice "cuándo yo era pequeño, todo esto aún era de color
verde". En la siguiente página podemos ver al abuelo recordando las
praderas y las casas bajas y en el lado opuesto al bebé imaginando su ciudad de
color verde.
El abuelo dice "me tocaba bañarme en la cocina", y el abuelo
recuerda estar bañándose en un barreño al lado del fuego y el niño se imagina a
su abuelo dentro del fregadero.
El abuelo le explica que los coches iban tirados por caballos y el
peque en lugar de ver un carro con caballos se imagina a un caballo tirando de
un automóvil.
Son varias situaciones que nos hacen ver cómo era la vida de nuestros
padres o nuestros abuelos y cómo se la imaginan nuestros hijos, una doble
visión de la misma situación que es difícil de entender para aquellos niños que
nunca han pisado un pueblo.
Me ha parecido muy entrañable y tierna, una mezcla de recuerdos y
risas que a mi hijo le han encantado.
He aprovechado el cuento para explicarle como vivía mi padre en el
pueblo, y creo que me este libro me ha ayudado para que lo entienda.
Estoy deseando llevar el libro al pueblo para que se lo lea mi padre
porque estoy segura de que va a despertar muchos recuerdos en él y se los va a
intentar contar al enano.
Ilustraciones muy divertidas y llenas de color con una tipografía en
mayúsculas bastante clara.
Le damos un total de 4 monstruos porque nos ha llegado al corazón.
¿A vosotros que os parece el cuento?
¡Qué libro tan chulo!
ResponderEliminarMuchas gracias, es muy bonito
EliminarMe ha encantado! Hugo tiene abuelos y bisabuelos, de 84 años, y al lolo le va a encantar contárselo. Gracias por el descubrimiento. Un abrazo
ResponderEliminarSeguro que lo van a disfrutar mucho, es un libro para compartir con los abuelos
EliminarMuy bonito. Qué lujo de recomendaciones
ResponderEliminarGracias guapa, ya sabes que intento hacerlas con mucho cariño
EliminarQué mono!
ResponderEliminarMe ha encantado la primera foto con el cuadro enmarcado y es que muchos de los cuentos infantiles son auténticas obras de arte, verdad?
Es una de mis vocaciones frustradas, haber podido ser ilustradora infantil... en fin, en mi próxima vida!
Un beso guapa
Es cierto, Eric tiene algunos libros que quedarían preciosos como cuadros.
EliminarMe encnató conocer a los peques ayer, Un beso
ohhhhhhhhhhh, qué bonito, me ha encantado!! Mi papi también hace 80 años el próximo año, qué coincidencia! Si lo veo me hago con él seguro, las ilustraciones también me han parecido super bonitas!! Gracias por compartirlo.
ResponderEliminarQue coincidencia, las ilustraciones son muy bonitas y tiene unos colores vibrantes.
EliminarUn beso
Pues a mi me ha encantado!
ResponderEliminarGracias por la recomendación.
Gracias a ti por pasarte
Eliminar¡Que bonito! A mi padre le encantará ese cuento, lo tengo que localizar. A él le encanta leerles a mis peques, y siempre me está diciendo lo bonitos que son los cuentos que hay ahora. Dice... es que ni siquiera cuando erais vosotros pequeños eran así :)
ResponderEliminarSon auténticas obras de arte. No deberían hacerlos tan bonitos, ¡los quiero todos!