Es un Silent Book, es decir un libro sin texto. Tan solo tiene ilustraciones. Este tipo de libros, que a los adultos les generan rechazo, permiten desarrollar la creatividad, imaginación, resolución de conflictos, vocabulario, mejora del léxico o escritura creativa por poner algunos beneficios.
Lo divertido de este cuento es que el lobo se ha disfrazado de los personajes de cuentos clásicos y en cada doble página nos muestra uno diferente.
¿Qué podemos hacer con él?
- Jugar a las adivinanzas. Hay ilustraciones muy sencillas, como la de Caperucita Roja, y otras un poco más complicadas como la de Alí Babá y los cuarenta ladrones.
- Cuéntame. Mostraremos una ilustración y el niño que lo adivine nos tendrá que contar ese cuento con sus propias palabras. NO importa que se invente trozos o que no sea exactamente igual a lo que todos recordamos. También podemos organizar el aula por grupos, cada grupo trabajará una ilutración, y luego entre todo el grupo nos contarán el cuento.
- Saca al artista que llevas dentro. Transformaremos el cuento a un formato cómic y los niños tendrán que dibujar las ilustraciones de los momentos más relevantes del cuento.
- Mímica. Le mostramos la ilustración a un niño y éste a través de mímica tendrá que expresar el cuento para que el resto de la clase lo adivine.
- Escritura creativa. Para los cursos más altos de primaria. Escribirán una versión del cuento basándose en una de las ilustraciones.
Estas son algunas de las propuestas que os propongo pero seguro que a vosotros se os ocurren otras muchas.
Muy recomendable por el juego que nos ofrece.
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