Estamos en plenas fiestas patronales aquí en mi mini-ciudad.
El sábado después de volver del hospital, acomodar al abuelo en su casa, ir a verles dos veces, llamarles otras tantas por si necesitaban algo... decidimos ir a la feria a dar una vuelta y despejarme.
Eric ya fue a la feria el año pasado pero este año ha sido más consciente de todo y se lo ha pasado bomba.
Le encantan todos los "cacharritos", no tiene miedo a nada es un temerario.
Se subió al hinchable, uno de Bob Esponja que tenía una boca gigante del muñeco que se abría y cerraba con los niños dentro. Le costó subirse pero se partía de risa cuando la boca se cerraba. Por el otro lado era un tobogán.
Estuvo subiendo y bajando infinidad de veces, cuando se acabó su turno fue el último niño en salir.
También montó en el tren de la bruja con su papá. Se moría de la risa cuando la bruja daba escobazos o les echaba agua en la cara. Me encanta verle reírse así.
Después nos encontramos con mis hermanos y mis sobrinos. Y entonces ya estuvo pletórico con sus primos al lado.
Su primo Ian le regalo un mega globo y estaba tan contento.
Subió a la noria de los grandes con su papá, su tío Sergio y su primo Sergio, me contó mi marido que cuando la noria bajaba y hacía cosquillitas en la barriga se reía como un loquillo.
Y para rematar la faena dijo que quería subir al tren del miedo. Es una atracción de mayores pero como el veía todo lleno de bat, fantasmas, monstruos y demás el tio quería entrar.
Se encabezonó y me monté con el y con mi cuñada. A la segunda vuelta lo tenía agarrado a mi cuello como una lapa.
Lloriqueo un poquito, no mucho y cuando salió dijo muy serio que no le había gustado, que daba un "poquito" de miedo.
No ha tenido ni pesadillas ni nada, de vez en cuando nos dice que a ese ya no quiere ir, pero sigue con su amor incondicional por los monstruos y la feria.
El viernes son los fuegos artificiales y me gustaría ir a verlos y el sábado las carrozas.
Me encanta hacer estas cosas con él, volver a tener ilusión por vivirlas juntos.
Que bien lo habeis pasado. Con ellos nosotros volvemos a ser un poco niños otra vez, nos ilusionamos otra vez como si fueramos pequeños con cosas que ya ni nos acordabamos.
ResponderEliminarLa verdad que las ferias se vuelven a vivir cuando eres madre, verdad?, viendoles disfrutar... Tienes a un peque muy valiente, mis tortuguitas mayores no se montan a nada, por si acaso pasa algo... Siempre estamos intentadolas convencer para que suban...
ResponderEliminarMe encanta llevarles a la feria, cómo se lo pasan! Además como nosotros solo vamos una vez al año, no se saturan y la esperan impacientes. El año pasado estuvimos horas y horas, y si no fuera por el coscorrón que se dio el pequeño en los castillos hinchables, habría sido perfecto. Aunque no hay golpe que Arnidol no arregle, después a comer un perrito caliente y arreglado!
ResponderEliminarMe encanta tu blog y los consejos que aprendo :-D