Mañana es el día del libro y como no podía ser de otra manera la entrada tenía que estar dedicada a ellos.
Un libro puede ser un juguete increíble para nuestros hijos, los libros les hacen vivir mil aventuras, descubrir sitios increíbles y dar alas a su imaginación.
Pero no basta con comprar el libro y ya está, sobretodo si son pequeñitos, somos nosotros los adultos los que tenemos que dar vida al cuento, hacérselo atractivo para que a ellos les llame la atención.
Aunque sea el libro más bonito, con cientos de desplegables, pop-ups o pestañas, con diferentes texturas o ruiditos, si no le damos vida, el juego acaba pronto.
En mi casa los libros están vivos, no son sólo para leer en la hora del cuento, son juguetes que usamos para muchas cosas.
Les ponemos voces, usamos marionetas para contarlos, jugamos con ellos porque son en 3D, porque creamos un escenario para reproducirlo como con pajarita de papel, o porque nos difrazamos como el personaje.
Lo último que hemos hecho en casa ha sido una idea que hizo su profesora en clase (gracias Bea) y nos ha encantado.
Hace tiempo os conté lo mucho que le gusta a mi niño el libro ¿A qué sabe la luna? de la editorial Kalandraka.
Es la historia de unos animales que quieren coger la luna para probarla, quieren saber a qué sabe la luna, se van subiendo unos encima de otros para poder alcanzarla, al final el ratón consigue arrancar un pedacito y les da un cachito, y cada animal dice que le sabe a una cosa distinta.
La actividad que os propongo es la siguiente:
Después de contar el cuento vamos a llamar a gritos a la luna.
Previamente habremos comprado en el super obleas gigantes, valen un euro la bolsa, más o menos.
Después de llamar a la luna a gritos, le enseñamos al peque la luna, le decimos que anoche la cazamos para él.
Le preguntamos si le apetece probarla, como en el cuento, y depués nos tiene que contar a qué le sabe a él la luna.
Hacer voces, crear suspense, sorpresa por haber cazado la luna, y misterio por probarla, es algo mágico, y así lo tenéis que vivir.
A Eric la luna le sabe a piruleta.
Os aseguro que se van a quedar alucinados, Eric nos pide que se lo contemos un montón de veces (también porque le gustan las obleas al muy goloso).
No perdáis la oportunidad de vivir mil aventuras con los libros y vuestros hijos.
Que bonito!!!!, me lo apunto para comprarselo a mis niños.
ResponderEliminarLa verdad es que no se me habría ocurrido. Apuntado queda.
ResponderEliminarUn abrazo
Es de los cuentos favoritos de Julito, no nos cansamos de leerlo.
ResponderEliminarHubo una epoca q hasta nos lo contaba el.
Me encanta la editorial Kalandraca¡¡¡¡
También es uno de los favoritos de Acher!! Me apunto lo de la oblea, es genial... ¡y con lo que le gustan!
ResponderEliminarEs verdad, los cuentos se pueden hacer mucho más mágicos sobre todo para los más pequeños.
Ese libro me gusta mucho!! que buena idea lo de la oblea! ;D
ResponderEliminarJajajaj que linda eres, este libro dentro de poco caerá!! jajaj Un besito
ResponderEliminarjeje me han dado ganas de comprar el libro. gracias
ResponderEliminarque buena idea! lo probare, porque tenemos ese cuento y tambien nos encanta!
ResponderEliminarA pitufo le encanta.. me gusta la idea de probarla ;D
ResponderEliminar"En mi casa los libros están vivos..."
ResponderEliminarQué frase tan bonita y tan estimulante. Así tienen que estar los libros en las bibliotecas de los hogares y las aulas: despiertos entre las manos de niños y adultos, no dormidos, cerrados, aparcados. Felicidades por este blog donde se comparten experiencias de lectura en familia. Y gracias por activar la magia de "¿A qué sabe la luna?".
...A piruleta? Nos lo anotamos para la larga lista de sabores lunares!
Un abrazo K.
Es uno de los libros q tengo en la lista para comprar el proximo dia que vayamos a Fnac.
ResponderEliminarEs super-chulo, me gusta mucho y al enano tambien. En la escuelita se lo leen y en esta semana del libro tambien han hecho actividades diarias sobre el libro del día, el miercoles fue de este.
El peque no dice a que le sabe a él, pero le debe saber a bubur (yogur), que es lo que le vuelve loco.
Un beso
Parezco tonta, me he emocionado imaginandote poniendo voces y enseñandole la oblea! Si es que leer es mágico, para mí siempre lo ha sido y espero saber transmitirselo igual que estás haciendo tú :)
ResponderEliminarA mi también me gustaba mucho éste cuento hasta que... un día... contándoselo a los niños de mi clase (3 años) uno de ellos me dijo que no le gustaba. Muy asombrada le pregunté porqué y más asombrada me quedé con su respuesta:
ResponderEliminar"Pues porque los animales han hecho daño a la luna y se ha puesto triste"
Y es verdad!!!! Si os fijáis la luna no sonríe cuando le "arrancan" un trozo. Está triste, dolorida, decepcionada... ¿No hubiese sido mejor que los animales, en vez de ponerse de acuerdo para quitarle un trozo, hubiesen contado a la luna su curiosidad y habérselo pedido por favor? Seguro que la luna, al ver tanto esfuerzo por parte de los animales y tanto trabajo en equipo, les hubiese recompensado con un trocito. ¡y sonreiría!
Desde entonces ya no he vuelto a contarles éste cuento a los niños de mi clase. No quiero que se queden con la enseñanza de que, todos juntos, se puede hacer daño a alguien.
Mi hija de dos años y medio también se quedó con la sensación de que la luna estaba triste
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