lunes, 26 de febrero de 2018

Libros interactivos para jugar



Dicen que segundas partes nunca fueron buenas pero en este caso no estoy de acuerdo. Hoy os traigo dos libros, muy divertidos, que no sólo sirven para leer sino también para jugar.

¿Qué hay detrás de la puerta? ¡Ven a descubrirlo! de Nicola O'Byrne de la Editorial Cubilete.



El cocodrilo gruñón necesita la ayuda del lector, se ha perdido y necesita volver a su casa. El lector tendrá que ayudar dibujando puertas mágicas, sacudir el libro para liberar al cocodrilo cuando se queda atrapado, soplar para secarlo, frotar la barriga para darle calor y otras muchas acciones divertidas.



El diseño de este álbum ilustrado, la calidad de las ilustraciones y el troquelado de las páginas con agujeros hacen de este cuento una auténtica maravilla.



A los niños les fascina y piden que se lo leas una y otra vez sin parar. Perfecto para contar tanto en casa como en clase.



Y por si no conocéis el primer libro de esta colección es este. Ábreme con mucho cuidado ¡o te daré un mordisco! El cocodrilo se ha colado en el cuento del Patito Feo y el lector tendrá que intentar sacarlo moviendo el libro, inclinándolo, sacudiéndolo e incluso tendrá que dibujar.




¡Este no es nuestro cuento! de Richard Byrne de la Editorial Cubilete.



Claudia y Ben están jugando tranquilamente en su cuento cuando un golpe de su perro les lleva a otro cuento diferente. ¿Y ahora que pueden hacer para volver a casa? Tendrán que buscar y rebuscar entre las páginas de otros cuentos para llegar a su libro. Se toparán con comics, laberintos, con Caperucita Roja e incluso tendrán que construir un barco de papel.





Claudia ya tuvo una aventura muy divertida en su primera historia ¡Este álbum se ha comido a mi perro! donde tenía que salvar no solo a su perro sino a sus amigos, bomberos, policía de las fauces de un libro comilón. 




Los cuatro libros son historias muy visuales, frescas y divertidas que necesitan de la ayuda del lector para ser contadas.
Esta relación tan singular y especial hace que los primeros lectores disfruten una y otra vez con su lectura, ya que sienten que forman parte de la historia.
El texto no muy largo también invita a aquellos niños que empiezan a leer a animarse ellos solos a contarlo, eso si la letra está en minúscula.

¿Os han gustado?


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