Una de las cosas que me decía mi madre cuando el peque era apenas un bebé de unas semanas, es que el sueño “alimenta” y hace crecer a los niños.
Como buena hija que soy hice caso de lo que me decía mi madre, que para eso ha criado a cuatro hijos y disfruta de seis nietos, y dejaba dormir al enano todo lo que quería.
Ahora, después de casi dos años de aquello, encuentro una noticia científica que parece demostrar la teoría de mi madre.
La Academia Estadounidense de Medicina del Sueño emitió un comunicado resumiendo el estudio realizado por la doctora Michelle Lampi del Departamento de Antropología de la Universidad de Atlanta.
Detalla que “dormir más horas se corresponde con un mayor estirón en el crecimiento”, y que “el sueño influye significativamente en ese estirón”.
Vamos, que dejar dormir a un niño todo lo que quiere y necesita es bueno no sólo para reponer fuerzas sino también para crecer un poquito.
Comentando la noticia con mi marido me dice “es lógico, en horizontal los huesos y los músculos están relajados y tienen más facilidad para crecer…”. ¡Toma castaña!, ahora resulta que tengo un científico en casa…
Bromas aparte, el estudio lo que sí ha demostrado es que la secreción de la hormona del crecimiento aumenta durante el sueño.
Aquí os dejo el enlace a la traducción del artículo.
Ya sabéis después de una siesta larga vuestro enano/a puede haber dado ¡un estirón!.
Jejeje pues será por eso que mi hijo es tan alto, porque el tío duerme como una marmota.
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