Plastilina

Hace tiempo que quería contaros lo mucho que le gusta a Eric jugar con la plastilina.

Es una actividad que llevamos practicando desde hace bastante tiempo. Recuerdo que fue una de las pocas cosas que nos llevamos en agosto al pueblo.

A Eric le encanta hacer churros (cosa que practican mucho en la guarde), pero lo que más le gusta es que hagamos formas con la plastilina con los cientos de moldes que tiene.

Los moldes los compre en la tienda de los chinos. Venían en una caja muy mona de plástico y un porrón de moldes (casitas, peces, caracoles, mariposas...).

Hace poco hemos incluido a nuestra super colección una peluquería.

Me costó apenas 5 euros en el Carrefour. Y es chulisimo. Son unos muñecos que les metes plastilina (por el culo), los sientas en la silla del peluquero, aprietas y les crece el pelo.

Como es algo baratillo siempre les sale la misma forma del pelo, creo que hay de marcas conocidas alguna cosa igual pero que consigues pelos diferentes.

A mi hijo le da igual, lo que le gusta es que se lo pongas muy largo para luego el cortalo con las tijeras (son especiales para plastilina y no tienen ni punta, ni filo, ni na de na).

Nos podemos pasar las horas muertas haciendo crecer el pelo a los nenes.

Lo mejor que les habla y les dice "no pasa nada, no duele, el pelo cese (crece), no hase daño".

Se que a muchas madres la plastilina no les gusta porque mancha, se pega en el suelo... nosotros lo que hacemos es poner en la mesa un mantel de plástico viejo, y tener cien ojos, pero vamos que es una cosa con la que jugamos bastante, con cuidado se puede jugar con todo.

Además al peque le encanta, no descarto ir haciéndome con más moldes o churros porque se que es algo a lo que sacaremos mucho partido.