Donde nacen los sueños

Hace unos días la clínica Ginefiv tuvo la amabilidad de invitarme a un encuentro, explicarme su trabajo y enseñarme sus instalaciones.

La clínica de reproducción asistida Ginefiv es pionera en el tratamiento de la esterilidad y la infertilidad en España. Tiene más de 20 años de experiencia y ha ayudado a nacer a más de 25.000 niños.

Tengo que decir que yo tuve mucha mucha suerte y en apenas dos meses me quede embarazada, antes de ese día solo había oído hablar de técnicas y clínicas muy por encima, por varios casos que tengo más o menos cercanos.

Se que no tengo ni idea de lo que es pasar por un tratamiento de fertilidad,  sufrir por no ver nunca ese positivo y hacer mil y un intentos para conseguirlo.

Este post lo escribo desde el más profundo respecto y con todo el cariño de mi corazón, por favor en ningún momento quiero herir los sentimientos de nadie, si algo lo explico mal lo corregiré, ya os he comentado que no soy experta en este tema.

Dicho esto podría hablar de mil cosas que vi ese día y me impactaron, datos que decían sin parar, técnicas nuevas que utilizan... pero hoy sólo quiero hablaros de una cosa: lo sueños.

Cuándo la doctora Victoria Verdú nos comentaba que la posibilidad de quedarse embarazada una mujer sana, sin problemas, menor de 35 años es de tan sólo un 25% y que por inseminación artificial se reduce a un 15/20%, aluciné...  ¡es un porcentaje tan pequeño!...

Tener un hijo, en la mayoría de los casos, es algo planificado, deseado, que preparas con mucha mucha ilusión.

Cuando lo intentas, mes a mes y ves que no llega, que eso que parecía tan sencillo en tu caso es complicadisimo... empiezas a tomarte la temperatura basal, ha hacerte test de ovulación, a tomar este alimento que parece que favorece la fertilidad...

Siguen pasando los meses, años y ves que nada funciona... intentas relajarte (te dicen que el pensarlo y agobiarte influye para que no te quedes), te vas de vacaciones...

Y un dia empiezas con las pruebas. Y pueden pasarte dos cosas y víéndolo desde el otro lado del cristal no sé cual es mejor. Saber que tienes un problema o que te digan que todo está bien y que sigas intentándolo.

Finalmente acabas en una clínica, después de mucho tiempo, muchas ilusiones perdidas, cansada, dolorida, triste... y pones todas tus esperanzas en sus técnicas de reproducción asistida.

Y ahí estaba yo ese día, en el laboratorio, rodeada de máquinas que contenían óvulos de donantes, óvulos de personas que quieren ser madres, de espermatozoides, ... rodeadas de futuros embriones que pueden que no lleguen a prosperar...

Observaba como esos técnicos llamaban a las futuras mamás y les contaban como iban sus embriones, si estaban evolucionando bien, si iba a ser posible la implantación... y pensé esto es ¡una "fabrica" de sueños!.

Por mucho que no quisiera pensarlo estaba rodeada de futuros bebés, de deseos, de sueños, de anhelos..., me sentí muy muy afortunada por tener a Eric a mi lado.

Después de dos semanas, sigo pensando en ese sitio y se me encoje el alma y el corazón. No tengo palabras para describir lo que siento, pero si pudiera resumirlo es un ¡OLE!, OLE por la ciencia, por ser capaces de hacer realidad algo tan increíble como es tener un hijo. ¡GRACIAS!

PD. La foto es de una pared que tienen con las fotos de los niños que han ayudado a nacer. Impreesiona.