Opinar por opinar

Hace unos días tuve que oir como dos personas que no tienen hijos mantenían una acalorada conversación sobre la maternidad.

Decían, comentaban y refutaban sus opiniones sobre el colecho, la alimentación y varios aspectos más relacionados con la crianza de un hijo.

No entendían como se podía colechar, lo mal acostumbrados que iban a ser esos niños, que no se les hacía ningún bien, que eso de "dejarse torear" por un niño que no quiere comer es de "pardillos"...

Más frases salieron de su boca pero yo ya estaba en off, hay momentos en que mi cerebro ha aprendido a desconectarse, un sonrisa en los labios y que me resbale todo.

Que quede claro que no estaban hablando conmigo, ellos hablaban entre ellos y yo por la posición que tenía les podía oír.

He de reconocer que antes de tener hijos me he permitido el lujo de opinar y de dar consejos a las madres. Era una tonta e iba de listilla.

Ahora sé lo difícil que es pero para ello he tenido que tener un hijo y criarle y educarle día a día.

Es muy fácil opinar, decir como tienes que hacer las cosas, cómo sería una situación ideal pero una persona hasta que no vive en sus propias carnes una determinada situación no es del todo consciente de los pros y los contras que ésta conlleva.

Me da rabia que personas que nos son madres opinen sobre ellos, que digan que las madres somos "blandas" por dejarnos manipular por esos "tiranos" que tenemos por hijos (por favor léase esta última frase con ironía).

Vamos es como si yo me fuese a un astillero y me pusiera a decir que no entiendo como hacen los barcos tan pesados porque seguramente acaben hundiéndose... ( o cualquier otra gilipollez).

Que me cabrea, ale ya lo he dicho...